Seguimos con la historia de los Siete Sabios de Grecia, qué, como vimos antes, fueron figuras legendarias y reverenciadas en la antigua Grecia por su sabiduría, consejos prudentes y liderazgo ético o incluso militar.
De entre ellos, tenemos uno que quizá no sea muy conocido, pero sus logros y legado, le dan la importancia suficiente para tenerlo en cuenta, se trata de Bías de Priene.
Se asume que Bias vivió en la ciudad de Priene, durante una época de agitación y cambio en el mundo griego. Aunque los detalles biográficos sobre su vida son muy escasos y fragmentarios, los relatos y anécdotas sobre él, han sido transmitidos a lo largo de los siglos por historiadores y filósofos posteriores, que lo consideraron un modelo de prudencia y justicia. Su influencia perduró y marcó la reflexión ética y política de la cultura griega. Exploremos un poco sobre su vida, el contexto histórico en que vivió, las anécdotas y frases que se le atribuyen, así como su legado.
Biografía
Y su lugar de origen
Los historiadores presumen que Bías nació en el siglo VI a.C. en la ciudad de Priene, que era una de las doce ciudades jonias, conocidas como la “Liga Jónica”, situadas en la costa occidental de Asia Menor, cerca del río Meandro y el Mar Egeo. Priene tenía una posición estratégica, con fácil acceso a rutas marítimas y comerciales, lo que la convirtió en un centro activo de comercio y cultura. Briene llegó a ser un importante centro religioso, pues en su territorio se encontraban el Panjonio, un santuario y punto de concentración de la liga Jónica, dedicado a Poseidón, un templo para Atenea y otro dedicado a Deméter.
La ciudad era famosa por su arquitectura y por su plan urbano, uno de los primeros ejemplos de urbanismo ordenado mediante el sistema de cuadrícula. Aunque inicialmente fue una ciudad costera, la sedimentación del río Meandro la dejó progresivamente más tierra adentro, aislándola del mar, lo cual contribuyó a su posterior declive.
La ciudad de Priene fue conocida por su cultura y por albergar a ciudadanos influyentes, como Bías, quien fue algo así como un abogado o especialista en litigios y se destacó por su labor en la defensa de los pobres y oprimidos. En una época en que la justicia a menudo estaba en manos de los poderosos, Bías se ganó una reputación de rectitud y equilibrio. La leyenda cuenta que asumía casos de manera gratuita para defender a los más desfavorecidos y protegía a su comunidad de los abusos de poder. Por su integridad, fue muy respetado y admirado en Priene.
La fama de Bías
La fama de Bías trascendió la ciudad de Priene, y con el tiempo fue incluido en el grupo de los Siete Sabios de Grecia, un título otorgado a un selecto grupo de pensadores que simbolizaban las virtudes y la sabiduría que los griegos valoraban. Como hemos visto en los anteriores posts, estos sabios no solo eran filósofos, sino también líderes cívicos y asesores, cuyas ideas ayudaron a moldear la ética y la política griegas. A través de su vida, Bías fue conocido por su capacidad de mediación en conflictos y por su habilidad para mantener la paz en su comunidad. Los relatos sobre él destacan su carácter justo, prudente y moderado, virtudes que los griegos consideraban esenciales para un líder.
La situación en Jonia
y la Liga Jónica
Jonia era una región que abarcaba doce ciudades-estado griegas, incluyendo Priene, Mileto y Éfeso. Estas ciudades estaban unidas cultural y religiosamente, y formaban parte de la Liga Jónica, una alianza que servía como una organización tanto defensiva como cultural. La Liga celebraba festivales religiosos en honor a Poseidón en el santuario de Panionio y promovía la cooperación entre las ciudades en tiempos de crisis. Sin embargo, estas ciudades eran vulnerables a las amenazas externas, especialmente del creciente Imperio Persa.
En la época de Bías, Jonia fue subyugada por los persas, quienes impusieron su control sobre las ciudades griegas de Asia Menor. Aunque bajo dominio persa, las ciudades jonias mantuvieron una medida de autonomía y continuaron desarrollando sus propias instituciones. Fue en este contexto que Bías se destacó por su defensa de la justicia y la libertad de Priene. Como abogado y consejero, luchó por proteger los intereses de su ciudad y preservar su independencia frente a las presiones persas.
Influencia persa y autonomía de las ciudades griegas
El dominio persa en Jonia provocó tensiones entre las ciudades griegas, muchas de las cuales se dividieron entre quienes deseaban resistir y quienes optaban por colaborar. Bías fue conocido por su habilidad diplomática y su visión de largo plazo en asuntos políticos. Las fuentes históricas indican que Bías promovió la idea de la unidad entre las ciudades jonias como una manera de defenderse de la amenaza persa. Heródoto, el historiador griego, relata cómo Bías sugirió a los jonios unirse y formar una confederación para protegerse mutuamente, un concepto que, aunque no se implementó en su totalidad, influyó en la visión de cooperación entre los griegos.
Heráclito dijo sobre Bías:
Anectodario
Cómo llegó a ser leyenda
Existen varias anécdotas que ilustran la sabiduría de Bías y su carácter. Uno de los relatos más conocidos es la historia de cómo Bías actuó durante el sitio de Priene. Según la leyenda, cuando la ciudad estaba a punto de ser capturada, muchos ciudadanos huyeron llevándose consigo todas sus riquezas. Sin embargo, Bías se negó a llevar consigo objetos materiales y, en su lugar, afirmó que llevaba “todas sus posesiones consigo,” refiriéndose a su sabiduría y sus virtudes. Esta anécdota es emblemática de su desprecio por las riquezas materiales y su enfoque en la vida ética como el verdadero tesoro.
Diógenes Laercio relata que rescató mediante pago a unas doncellas misenias que habían sido capturadas. Después las sustentó y educó como a sus propias hijas, y las envió con sus padres de regreso a Messina, su patria.
Otra historia describe que estando su ciudad asediada por Aliate, para ser derrotada por hambre, puso en la plaza varios montones de arena que cubrió con trigo, para hacer creer a los sitiadores que contaba con reservas casi ilimitadas de alimento, con lo que el rey sitiador decidió levantar el asedio.
Fraces atribuidas a Bias de Priene
– “Emprende con lentitud lo que pienses ejecutar; pero una vez emprendido, sé constante en ello.”
– “No hables atropelladamente, pues indica falta de juicio.”
– “Ama la prudencia. Habla de los dioses según son.”
– “No alabes por causa de sus riquezas al hombre indigno.”
– “Si pretendes alcanzar alguna cosa, sea persuadiendo, no coartando.”
– “Atribuye a los dioses lo bien que obrares.”
– “Toma la sabiduría por compañera desde la juventud hasta la vejez, pues ella es la más estable de todas las posesiones.”
Su legado
Etica, influencia ejemplo
Bías en la ética práctica
Bías de Priene es recordado principalmente por su enfoque en la ética práctica, una orientación que lo diferencia de otros pensadores griegos de su época. Mientras que algunos filósofos se enfocaban en cuestiones metafísicas o teorías abstractas, Bías centró su sabiduría en cómo vivir una vida virtuosa en la vida diaria, en cómo actuar de manera justa y prudente en la comunidad. Para Bías, la virtud no era una cualidad pasiva, sino una acción constante, reflejada en la forma en que uno se comporta y trata a los demás. Sus enseñanzas promovían la justicia, el autocontrol y el respeto mutuo, y su legado en la ética práctica fue un modelo para generaciones posteriores.
Uno de los aspectos más influyentes de su ética práctica fue su insistencia en la moderación y en la “phronesis” (sabiduría práctica), una habilidad para discernir el bien y aplicarlo a la vida cotidiana. Esta visión de la virtud práctica influyó profundamente en la ética de la antigua Grecia, inspirando a filósofos como Aristóteles, quien enfatizó la importancia de la “phronesis” como una virtud esencial para alcanzar la felicidad. En este sentido, Bías contribuyó a sentar las bases de la ética griega, en la que la prudencia y el sentido común eran vistos como elementos fundamentales para la vida virtuosa.
La influencia en la cultura griega y la educación
Bías de Priene también ejerció una influencia considerable en la educación griega, conocida como “paideia,” un ideal que combinaba la formación intelectual, moral y física. La figura de Bías, con su énfasis en la justicia y la moderación, se convirtió en un modelo para la educación de los jóvenes griegos, quienes aprendían sus frases y anécdotas como lecciones de vida. En la paideia griega, los estudiantes no solo aprendían conocimientos académicos, sino que también se formaban en valores cívicos y éticos; Bías, como uno de los Siete Sabios, se erigió en un ejemplo de virtud y ciudadanía, y sus enseñanzas eran recordadas y recitadas en las escuelas y academias griegas.
La influencia de Bías en la educación griega también puede verse en la importancia que otorgaba al autocontrol y a la justicia en el comportamiento diario. Estos valores se convirtieron en parte del ethos griego y se transmitieron a través de la literatura, las artes y la filosofía. En los festivales y reuniones públicas, las palabras de Bías eran recitadas y sus historias narradas, inculcando a las nuevas generaciones un sentido de responsabilidad y justicia que fue fundamental en la cultura griega.
Bías como ejemplo de filósofo ciudadano
Bías no solo fue un pensador y filósofo, sino también un ciudadano activo que participó en los asuntos de su comunidad. Su vida es un ejemplo de cómo la filosofía y la acción cívica pueden unirse para crear un impacto positivo en la sociedad. En lugar de retirarse a la contemplación aislada, Bías se mantuvo involucrado en su ciudad y utilizó su sabiduría para resolver problemas prácticos y defender a los más débiles. Su vida y obra representan una síntesis entre el pensamiento filosófico y la participación activa en la vida pública, un modelo que más tarde inspiraría a filósofos como Sócrates, quien también abogaba por la responsabilidad cívica de los filósofos.
Esta figura del “filósofo ciudadano” que representa Bías influyó en la manera en que los griegos pensaban sobre el rol del intelectual en la sociedad. A diferencia de otros enfoques filosóficos que se centraban en cuestiones abstractas, la sabiduría de Bías era concreta y aplicable, orientada a mejorar la vida de la comunidad y a promover la armonía y la justicia. Para él, la filosofía no era simplemente una búsqueda de conocimiento, sino un medio para mejorar la vida de los ciudadanos y fomentar el bien común. Su papel en la comunidad como defensor de la justicia, mediador en conflictos y consejero prudente contribuyó a establecer el ideal del filósofo como un líder ético y un pilar de la sociedad.