Escribir una novela – Paso 2. Encontrar los personajes que van a estar en la novela

«Todo poeta, todo creador, todo novelador —novelar es crear—, al crear personajes se está creando a sí mismo, y si le nacen muertos es que él vive muerto»

Miguel de Unamuno.

Una vez tenemos afianzada una idea para la novela, el siguiente paso es a veces el más divertido, el más duro, el más fácil o el más complicado, según una multitud de variables.

¿Quiénes serán los personajes de nuestra historia?

¿Existirá un personaje protagonista?

¿De qué género será el protagonista?

¿Qué características tendrá nuestro protagonista?

Desde este momento surgen un montón de interrogantes a las que debemos darle respuesta, si queremos que nuestra novela le interese a alguien más que a nuestra familia.

Para comenzar descubramos que significa ser un personaje en una historia.

Si acudimos al diccionario de la RAE, en su segunda definición nos dice:

2. m. Cada uno de los seres reales o imaginarios que figuran en una obra literaria, teatral o cinematográfica.

Diccionario de la RAE

La confiable Wikipedia amplía más la definición:

En ficción, un personaje es cada una de las personas o seres ya sean reales o imaginarios que aparecen en una narrativa, ya sea teatral, cinematográfica, literaria, o videojuegos. Un caso particular es en la poesía, donde siempre hay algún tipo de persona presente, generalmente como narrador u oyente imaginario.

Los personajes suelen ser el elemento endocéntrico de los textos de ficción. Los personajes guían a los lectores o a la audiencia a través de sus historias, ayudándoles a comprender las tramas y reflexionar sobre los temas. Una novela sin personajes es extremadamente inusual, aunque ha habido experimentos en este sentido, tal es el ejemplo de la obra Finnegans Wake, de James Joyce.

Wikipedia

El personaje es fundamental en una novela, pese a la afirmación de una novela sin personajes que leemos en la definición de Wikipedia, pues en el velatorio de Finnegans, éste y su esposa son unos de los personajes, que no se vuelven el centro de la historia, es otra cosa.

Normalmente el personaje es quien mueve la historia, pues sus aventuras, peligros, decisiones, errores, aciertos, van dando forma a la narración.

Dada la relevancia que tiene el personaje en la novela, es importante conocer los diferentes tipos de personajes.

Existen varias tipificaciones de un personaje, pero las más aceptadas son las que clasifican a los personajes según sus diferentes roles y aspectos.

Por ejemplo, según su participación o rol son Protagonistas o principales, antagonistas, secundarios, tritagonistas, etc.

Según su participación o Rol

Los Protagonistas son los personajes principales, sobre los que recae el peso de la historia por ejemplo Harry Potter, Ron y Hermione, los antagonistas son los enemigos del personaje principal, como Voldemor, los mortífagos, etc., los secundarios son los personajes de relleno, ejemplo, los Dursley, los parientes de Harry Potter, un ejemplo de personaje tritagonista, podría ser Severus Snape.

Según su carácter, los personajes pueden ser planos o redondos, los planos son los que tienen una personalidad bien marcada y predecible, son buenos o son malos, sin lugar a matices, normalmente no sufren cambios en la historia, a veces son llamados personajes estáticos por esa inmutabilidad, ejemplo, Fred y George Weasley que nunca dejan de ser bromistas y rebeldes, Bellatrix Lestrange la loca enemiga de Harry.

Los personajes redondos son más complejos, tienen motivaciones profundas, dudas, inseguridades, problemas y traumas, son difíciles de desentrañar y peor aún de anticipar, su carácter y personalidad puede evolucionar con la historia, entonces son llamados también personajes dinámicos, ejemplo, Neville Longbottom, que tiene una gran evolución a lo largo de la saga.

Un personaje plano puede redondearse según transcurre la historia y volverse más complejo con el tiempo y los sucesos.

Según su imagen, pueden clasificarse en Arquetipos y estereotipos.

Los personajes arquetipos son basados en patrones de personalidades que se vuelven modelos independientes de la cultura o sociedad, el psicólogo Carl Gustav Joung hablaba de doce arquetipos que se pueden resumir en, el inocente, el huérfano, el guerrero, el bienhechor, el buscador o explorador, el amante, el destructor, el creador, el gobernante, el mago, el sabio, el bufón o loco, ejemplo, Dumbledor, es el arquetipo del sabio.

Los personajes estereotipos tienen connotación más negativa que el arquetipo, vienen a ser clichés o imágenes caricaturizadas de cierto tipo de personas, de acuerdo con la cultura, sociedad o momento histórico, como la rubia tonta, los políticos corruptos, el vigilante gordo, un estereotipo sería, el niño gordo y mimado Dudley Dursley.

En una novela se pueden incorporar todos los tipos de personajes, pero no se debe abusar de un tipo específico, es bueno que los protagonistas sean personajes complejos y profundos, no estereotipos, que sean dinámicos y vayan evolucionando con la historia.

Creo que dependiendo del público al que se dirija la novela, los antagonistas pueden ser planos o redondos, porque los personajes complejos no le gustan mucho al público juvenil que prefiere seres planos, buenos siempre bondadosos y malos siempre malvados.

A veces el escritor se encuentra con que sus personajes van tomando vida propia y el devenir de la historia, los va llevando a destinos diferentes a los que les tienen reservados, por ejemplo, la autora de Harry Potter, J.K. Rowling tenía planeado que Harry y Ron Weasley morirían a lo largo de la saga, pero al final viendo cómo iba la historia, decidió que no.

Los personajes que inventan (los novelistas) no son en modo alguno creados, si la creación consiste en hacer algo de la nada. Nuestras pretendidas criaturas están formadas de elementos tomados de lo real; combinamos, con más o menos habilidad, lo que nos proporciona la observación de los demás hombres y el conocimiento que tenemos de nosotros mismos. Los héroes de la novela nacen del matrimonio que el escritor contrae con la realidad.

Francois Mauriac, «El novelista y sus personajes»

Muchas veces, algunos personajes alcanzan tal cuota de popularidad que se convierten en protagonistas en otras novelas, por ejemplo, Julian “Bean” Delphiki, el lugarteniente de Ender Wiggin , en la famosa saga de “El Juego de Ender” de Orson Scott-Card, que posteriormente protagonizará “La sombra de Ender” en la llamada Saga de la sombra.

Encontrar unos buenos personajes es vital para que nuestra novela sobresalga, por lo tanto en esa búsqueda se debe dedicar el suficiente tiempo y esfuerzo para que se logre tener una galería de personajes memorables.

El personaje debe ser creíble, aunque sea un estereotipo, y a veces es difícil profundizar en la sicología de un personaje imaginario, pero es un buen ejercicio hacerlo, para evitar tener personajes acartonados y sumamente predecibles.

Pero es preferible salirse de los estereotipos, incluso de los arquetipos, pues un ser humano real, con sus defectos, miedos, impulsos, compulsiones, vicios y motivaciones resulta más entrañable a los ojos del lector.

Una vez tengamos nuestra galería de personajes, podemos pasar a la siguiente parte, profundizar en el personaje principal.

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