Los pilares de la tierra es un libro excepcional, por muchas razones, es un super ventas, pero tiene más de mil páginas de extensión, además es histórico y el tema central es la arquitectura en la época medieval en la construcción de catedrales.
Era el año 1989, Ken Follet, el autor, ya tenía un éxito de ventas previo, una novela de espionaje llamada “La Isla de las tormentas” y era relativamente conocido en Inglaterra, pero cuando presentó el mamotreto de más de mil páginas, hablando de catedrales y su construcción, los editores se pusieron muy nerviosos, pues en esos momentos el boom eran las novelas de espionaje, “Thrilers” y temas similares, que además no eran de mucha extensión.
Sin embargo, la novela se convirtió en el mayor éxito de Follet y lo catapultó a la fama internacional.
Esto lo clasifica como un enorme libro, literalmente por el número de páginas, así como por la calidad literaria, un clásico de nuestros tiempos, al mejor estilo de los grandes escritores como Víctor Hugo, Tolstoi, Dumas, etc.
Pero con un ingrediente especial, no aburre NUNCA, yo recuerdo en Los Miserables, las enormes descripciones extremamente documentadas de temas tan fuera del contexto de la novela, como el capítulo dedicado al “Caló Francés”, o a la catedral “X”, o a la batalla de Waterloo con que inicia la segunda parte titulada Cosette, igual puedo citar muchas partes de “La Guerra y la Paz” que resultaban insufribles.
No se trata de desmerecer la calidad literaria de Víctor Hugo o de Tolstoi, pero para quienes no tenemos tan desarrollada la cultura general, estos pasajes nos resultaban aburridos y supongo que muchos aprendices de lectores estamos en esta categoría.
Pero en el caso de Follet, les pone cierto sabor a sus narraciones, o será porque ya a estas alturas tengo bien desarrollado el músculo lector, pero no me aburrí en ningún momento.
Sobre todo, porque la narración se vuelve intimista, profundiza en sus personajes de un modo tal que obliga a que el lector se sienta parte de sus vidas, sufra sus dolores y goce sus alegrías.
La novela tiene de todo, Intriga, pasiones, guerra, amor, odio, venganza, más intriga, conceptos de arquitectura gótica, historia crímenes, piedad, inglesa, más intrigas, odio y sexo, drogas y rock… perdón, no llega al Rock, pero es tan amplia que casi abarca todo lo imaginable en una novela.
La construcción de una catedral gótica de la ficticia población de Kingsbridge, en Inglaterra, en el siglo XII, es el escenario para una breve historia de la humanidad en el “Macondo” de Follet, un pueblo que nace ligado a un monasterio y crece junto a él en importancia y tamaño, hasta convertirse en una ciudad.
Con una línea temporal que abarca casi el transcurrir de una vida completa, narra la vida y des vida de una serie de personajes que se vuelven entrañables, Ellen, Jack, Tom Builder, el prior Philip, los Hamleigh: Percy, Regan y William, Bartholomew, Richard y Aliena condes de Shiring.
Sus encuentros y encontronazos, luchas, amores, violaciones y todo lo que es abarcable en una novela, está narrado con detalle y cuidadosa documentación, pero con un lenguaje tan ameno que el lector se mantiene atrapado en la trama, sin poder dejar de leer.
No en balde ha vendido millones de copias en múltiples idiomas, tiene dos secuelas y recientemente se ha publicado lo que parece ser una precuela.
Es un libro que alguien que se precie de ser un verdadero lector, no puede dejar de leer.
La serie de los Pilares de la tierra es la siguiente:
Saga histórica de Los Pilares de la Tierra:
1. Los pilares de la Tierra (The Pillars of the Earth, 1989)
2. Un mundo sin fin (World Without End, 2007), secuela, 200 años después
3. Una columna de fuego (A Column of Fire, 2017), secuela, otros 200 años despúes
4. Las tinieblas y el alba (The Evening and the Morning, 2020), precuela.
Las dos primeras novelas tienen sendas series televisivas con las lógicas e inevitables desviaciones argumentales que se dan cuando se quiere llevar a la pantalla chica o grande un libro, sobre todo un libro tan grande como este.
Definitivamente no tiene pérdida, si no lo han leído es tiempo de hacerlo.