Siguiendo con la relectura de los clásicos, esta vez toca el turno a la secuela de la Ilíada, es decir a la Odisea, que narra el viaje de retorno a su hogar en Itaca del Héroe Ulises (Odiseo), después de la Guerra de Troya.
La Odisea se atribuye al mismo autor, Homero, es un poema épico griego presuntamente escrito en el siglo VIII a.C.
Se divide en 24 libros y está escrita en hexámetros dactílicos. Es considerada una de las obras más importantes de la literatura occidental y ha sido una fuente de inspiración para muchos escritores a lo largo de los siglos.
Homero presenta un mundo fascinante y lleno de detalles. La descripción de los paisajes, los personajes y las emociones es vívida y evocadora, transportando al lector a la antigua Grecia y haciéndolo sentir parte de la odisea de Odiseo.
Los personajes son complejos y bien desarrollados, cada uno con sus propias motivaciones. Telémaco,el hijo que sale en su búsqueda con la ansiedad a flor de piel y la determinación de defender su hogar, mientras su padre está ausente.
Se perciben con fuerza los dilemas que atormentan a Penélope, sintiendo la presión de sus pretendientes y la sociedad misma al estar sin esposo, mientras ella busca desesperadamente como evadir a esas presiones.
Por último, Odiseo mismo es el protagonista indiscutible. Es un héroe que lucha por su hogar y su familia, y se enfrenta a numerosos desafíos a lo largo del camino, con momentos de extremo peligro en los que sus astucia y sagacidad logran que termine victorioso de cuanta prueba es sometido por la voluntad o mala leche de los dioses.
Además, La Odisea explora temas universales como la lealtad, el honor, el amor, la venganza y el sentido de pertenencia. Estos temas siguen siendo relevantes en la actualidad, lo que demuestra la atemporalidad de esta obra que envejece sin perder su frescura.
La Odisea está llena de temas y simbolismos, y presenta una rica variedad de personajes. Uno de los temas más importantes es el concepto de la “nostalgia”, que es la añoranza por el hogar y la tierra natal. Este tema se refleja en el viaje de Odiseo, que está tratando de regresar a su hogar en Ítaca después de años de luchar en la Guerra de Troya.
También se puede ver un conflicto entre los dioses y los mortales. Los dioses a menudo intervienen en la vida de los mortales, pero su ayuda no siempre es beneficiosa. Los dioses griegos son celosos y vengativos, y pueden ser tan peligrosos como los enemigos humanos.
El estilo poético de Homero es cautivador y bello, y aunque La Odisea fue escrita hace más de dos mil años, la traducción al español permite disfrutar de su prosa poética y rítmica. Cada página está llena de metáforas y figuras retóricas que enriquecen la lectura.
La traducción de Gonzalo Pérez, (Segovia, 1500-1566). Secretario del Consejo de Estado de Carlos I y Felipe II, también conocida como “La Ulisea”, es considerada una de las primeras traducciones documentadas y completas de “La Odisea” al castellano.
Gonzalo Pérez hizo la traducción de los cantos I-XIII de “La Odisea” y los publicó en 1550 en Salamanca y Amberes. Posteriormente, en 1556, publicó la traducción completa del poema en Amberes. Una edición revisada de su traducción fue publicada en 1562 en Venecia y posteriormente reimpresa en 1767.
La traducción de Gonzalo Pérez fue una contribución importante para acercar la obra de Homero al público de habla española, y su trabajo sentó las bases para futuras traducciones y adaptaciones en el idioma.
La caída de Troya
La caída de Troya se narra en el poema épico griego llamado la “Ilíada”, que también fue escrita por Homero. Recordemos que en la Ilíada no se narra el episodio de la caída de Troya.
El famoso caballo de Troya se menciona en el Canto VIII de la Odisea, cuando Odiseo, disfrazado de mendigo, llega a la corte del rey de los feacios, Alcínoo, y se presenta ante la asamblea de nobles de la isla de Esqueria.
Allí, Odiseo cuenta su historia y menciona cómo ideó el caballo de madera que los griegos utilizaron para engañar a los troyanos y conquistar la ciudad de Troya. Odiseo relata que construyó el caballo con la ayuda de la diosa griega Atenea, y que logró infiltrar a los soldados griegos dentro de la ciudad gracias a la ingenuidad de los troyanos, que creyeron que el caballo era un regalo de los dioses.
El final de algunos personajes de la Ilíada.
Es interesante destacar que en la Odisea, en algunos capítulos (cantos), nos enteramos del final de varios personajes de la Ilíada como Agamenón, Menelao, Helena, Néstor, Diómedes, e incluso de Aquiles y Héctor en el contexto de un viaje de Ulises al Inframundo.
Impacto de la Ilíada y la Odisea en la literatura occidental
Tanto “La Ilíada” como “La Odisea” causaron un impacto profundo en lo que se desarrollaría después como la literatura occidental. Estas epopeyas influyeron en la narrativa, el estilo literario y los temas de la literatura posterior de una manera profunda.
“La Ilíada” y “La Odisea” son consideradas las obras fundacionales de la épica occidental. Establecen el modelo para las narrativas extensas y grandiosas que tratan sobre héroes, guerras y viajes épicos. Muchas obras posteriores, como “La Eneida” de Virgilio y “La Divina Comedia” de Dante, se inspiraron en su estructura y temáticas.
Han sido una fuente de inspiración para numerosos escritores a lo largo de la historia. Han influido en obras literarias en varios géneros, como la tragedia griega, la poesía épica, la novela y el teatro. Autores como Cervantes, Dante, Milton, Shakespeare, Joyce y muchos otros han hecho referencias, adaptaciones y reinterpretaciones de los personajes y eventos de Homero.
“La Ilíada” y “La Odisea” tratan temas universales que, a estas fechas, siguen siendo relevantes en la literatura actual. Estos incluyen el heroísmo, la guerra, la venganza, el amor, la astucia, el destino, la identidad y el regreso a casa. Estas obras han influido en la forma en que se abordan y se exploran estos temas en la literatura posterior.
Los personajes de estas épicas, han ayudado a establecer el arquetipo del héroe trágico en la literatura occidental. Héroes como Aquiles, Héctor y Ulises son personajes muy complejos, con virtudes y defectos, y se enfrentan a dilemas morales y emocionales en sus viajes y batallas. Su representación ha tenido un impacto duradero en la creación de personajes trágicos en la literatura posterior.
Estas epopeyas han sido parte integral de la tradición cultural y literaria de Occidente. Han influido en la forma en que nos vemos a nosotros mismos y en cómo entendemos la historia y los mitos griegos. Además, han ayudado a moldear la identidad de las sociedades occidentales y a transmitir valores culturales a lo largo del tiempo.
En resumen, “La Ilíada” y “La Odisea” han dejado una profunda huella en la literatura occidental. Su impacto abarca la estructura narrativa, los temas universales, la creación de personajes y la exploración de la condición humana. Estas obras maestras continúan siendo estudiadas, adaptadas y apreciadas por su relevancia duradera en la tradición literaria occidental.
Como mencioné en el Post sobre la Ilíada, estas obras realmente no son para jóvenes, por lo menos, no en sus traducciones originales, deberían darse a leer en forma adaptada, amena, para que se comprenda el contexto y la importancia de la historia.
Estas adaptaciones deberían mantener los puntos fundamentales que citamos arriba, sin la complejidad del lenguaje en verso que puede resultar duro de interpretar, para quien no está habituado a leer como parte de su rutina diaria y todos deberíamos leerla alguna vez en nuestra vida.