Amanecimos con algo de resaca, pero este día no tuvimos que levantarnos temprano, pues luego de la fiesta de la noche anterior en el Wild Rover, nadie estaba pensando en madrugar, por lo que la salida sería como a eso de las diez de la mañana.
Sin embargo, decidimos madrugar un poco para ir a desayunar a ICA que es la ciudad que está cerca del oasis de Huacachina.
Tomamos un baño con agua muy fría que nos terminó de despertar y nos fuimos en uno de esos pequeños vehículos, que nosotros llamamos mototaxis y en otros lugares les dicen Tuk-tuk.
Ica es una ciudad ubicada en la costa sur de Perú, en la región del mismo nombre. Es la capital de la región de Ica y se encuentra aproximadamente a 300 kilómetros al sur de Lima, la capital del país.
Festividades: Las festividades más importantes en Ica incluyen la Semana Santa, la Fiesta de San Juan Bautista (celebrada en junio) y el Festival Internacional de la Vendimia, que se lleva a cabo en marzo y celebra la cosecha de uvas.
Ica es conocida por su rica historia, su producción vitivinícola y su belleza natural, lo que la convierte en un destino muy interesante para explorar, siendo visitada constantemente por turistas locales y extranjeros.
Tiene alrededor de trecientos mil habitantes, con clima desértico, un poco cálido, sin embargo, nosotros sentimos bastante frío en la mañana cuando llegamos y nos bajamos frente al mercado municipal de ICA y nos encontramos con un paraje bastante desolado.
Creo que parte era porque todavía estábamos en las fiestas patrias de Perú y en la mayor parte de comercios suponemos que era día feriado.
Dentro del mercado municipal buscamos donde desayunar algo típico del país. Nos dimos cuenta de que la vida comienza algo tarde, pues eran las ocho de la mañana y apenas logramos encontrar un sitio abierto. Era un pequeño “puesto” o local en donde nos sirvieron la famosa “causa limeña” que es una especie de pastel de papa con jamón y otros aderezos.
Un plato realmente muy sabroso y nutritivo, que acompañamos de chicha morada y un buen café.
Investigando por ahí, nos dimos cuenta que según el historiador gastronómico peruano y docente en la Universidad “Ricardo Palma, Rodolfo Tafur, la palabra causa proviene del término quechua kausay, que significa “vida” o “dador de vida”, otro nombre que también se le da en Perú a la papa. Existe un gran consumo de papa en Perú.
Paseamos un rato por el centro comercial cercano y regresamos a Huacachina para hacer el chequeo de salida y enfilarnos al siguiente tour.
Este día iba a ser muy movido, pues en la versión que tomamos del tour no incluimos pernoctar ni en nazca, ni en Arequipa, decisión de la que a la fecha nos arrepentimos.
Ica también es conocida por ser una de las principales zonas productoras de vino en el país, y cuenta con una larga tradición vitivinícola que se remonta a la época de la colonia española.
La primera parada del viaje fue al viñedo Pisco Nietto, una empresa vinícola peruana que data de 1856 y que constituye un verdadero referente en cuanto a la elaboración del tradicional licor peruano.
Ahí nos dieron una conferencia sobre el funcionamiento del viñedo y cómo se elaboran los variados productos vinícolas entre los que se destaca el Pisco tradicional peruano, charla que fue acompañada con una degustación que nos dejó con la curiosidad despierta por adquirir alguno de sus productos.
Almorzamos en el restaurante, pues ya estaba incluido en el tour y seguimos degustando el delicioso pisco mezclado con jugos de frutas del lugar, así como de unas danzas tradicionales.
Pregunté por mis primos, ya que mi apellido es Nieto, pero al parecer no tenemos ninguna relación con la familia Nietto, que no se de donde o cuando agregaron la otra “t” al apellido.
Después del mediodía partimos para Nazca, pero estaba programado que antes de llegar, al atardecer, llegaríamos a un lugar en donde podríamos ver desde una torre, algunas de estas famosas y misteriosas líneas trazadas en la tierra y remarcadas con arena y rocas.
Las Líneas de Nazca son un conjunto de geoglifos antiguos ubicados en el desierto de Nazca,
Las líneas forman figuras gigantes trazadas en la arena, que abarcan una extensión de aproximadamente 450 kilómetros cuadrados, que pueden apreciarse, únicamente desde una considerable altura. Se cree que fueron creadas por la cultura Nazca, que floreció entre los siglos I y VII d.C.
Lo que hace a las Líneas de Nazca particularmente fascinantes es su tamaño y la precisión con la que fueron trazadas. Las líneas representan diversas formas, como animales, plantas y figuras geométricas, algunas de las cuales alcanzan hasta 300 metros de longitud. Además, las figuras están distribuidas de manera estratégica en la llanura desértica, lo que ha llevado a especulaciones sobre su significado y propósito.
Las teorías sobre las Líneas de Nazca son variadas y aún se debaten entre los investigadores. Algunas hipótesis sugieren que estas figuras tenían un significado religioso y ritual, mientras que otros argumentan que podrían haber sido utilizadas como marcadores astronómicos o incluso como rutas ceremoniales. Sin embargo, debido a la falta de registros escritos por parte de la cultura Nazca, su verdadero propósito sigue siendo en gran medida un misterio.
Estas líneas se conservaron a lo largo de los siglos debido a las condiciones climáticas únicas de la región. El desierto de Nazca es una de las zonas más áridas del mundo, con una falta casi total de lluvia y viento constante, lo que ha permitido que las líneas permanezcan visibles hasta hoy.
Las Líneas de Nazca fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994 y atraen a numerosos turistas y estudiosos interesados en desentrañar su enigma. Si bien las visitas a las líneas están restringidas para protegerlas, existen vuelos turísticos que permiten a los visitantes apreciar las figuras desde el aire, ya que son mejor visibles desde esa perspectiva.
Estos tours aéreos se hacen en avioneta a un costo entre US$70,00 a US$150.. dólares por un vuelo de cerca de una hora, en el que se pueden tomar fotografías aéreas de las líneas y que obviamente no tomamos.
Por nuestra parte llegamos a un lugar en medio de la carretera donde había una torre muy alta, desde la cual se podían apreciar algunas de las líneas, cosa que todos aprovechamos para tomarnos la foto respectiva.
Al final llegamos a la ciudad de Nazca en donde cenamos a la carrera pues llegamos a las siete de la noche y saldríamos en ruta nuevamente a las siete y media.
Fuimos a comer a un sitio de comida rápida y cenamos pollo frito a toda velocidad, lo que fue un error, pues le cayó muy pesado a Evelyn más tarde.
Abordamos el autobús y partimos en nuestra primera jornada nocturna en autobús, que, aunque tenía asientos abatibles, no resultaba muy cómodo que digamos y casi no pudimos dormir.
El destino era Puno, pasando por Arequipa, pero faltaría mucho tiempo de viaje todavía y nos esperaba una noche muy larga.
Continuará…
