Estado de la fantasía
Luego de Tolkien y Lewis
Luego de J.R.R.Tolkien y C.S.Lewis parecía que la fantasía había dejado de tener referentes, aunque algunos escritores como Michael John Moorcock y sus crónicas sobre Elric de Melniboné o Ursula K. Legin y sus historias de Terramar, han sido injustamente puestas a un lado de las vitrinas, no se vislumbraba un renacimiento de este género.
Pero en el año 1996, George R.R.Martin publicaba lo que sería quizá la saga que haría despertar nuevamente a la fantasía como género literario, con “Juego de Tronos” parte de la saga “Canción de hielo y fuego”, que se convirtió en un éxito de ventas y un fenómeno de masas como no se veía desde Tolkien.
Al año siguiente aparecería Harry Potter iniciando la fantasía infanto-juvenil del nuevo milenio, sin embargo, en la fantasía adulta sería Martin quien dominaría la escena.
George R.R. Martin, escribió una saga de fantasía épica memorable que se hizo aún más famosa en la televisión. Martin se entregó de lleno a la serie, al punto que se concluyó, pero sus libros se han quedado estancados sin que se vislumbre un desenlace pronto.
Mas de diez años después, en abril del 2005, Brandon Sanderson, un profesor de literatura creativa que llevaba ya escritas doce novelas, logra publicar por fin su primera novela de fantasía “Elantris”, que se convierte en un éxito de ventas, lo que le impulsa la carrera de autor hasta convertirse en uno de los más prolíficos escritores contemporáneos.
Más tarde aparecería otro nombre que se hizo rápidamente con una legión de seguidores, Patrick Rothfuss, cuya saga del Asesino de Reyes se encuentra en peor posición que la serie de la “Canción de hielo y fuego” de Martin.
Publicada en el año 2007 en estos momentos (junio, 2024) sigue sin concluir y en peligro de no terminar nunca, por los rumores de supuestas afectaciones mentales y el devenir del autor en un simple influencer, al punto que los fans enfurecidos le dedicaron cosas como esta.
Por otra parte, Brandon Sanderson sin tantas pretensiones ni polémicas, está construyendo un enorme universo que tiene a legiones de fanáticos en vilo ante cada lanzamiento que sin parar sigue alimentando el hambre de historias del planeta.
En este post haremos un breve intento de análisis entre el estilo y características de cada uno de ellos, pues los tres arrastran a multitudes de seguidores al mundo de la literatura fantástica, pero con un estilo totalmente diferente, mostrando lo rico y variado que puede ser el género de la fantasía, menospreciado por algunos sesudos intelectuales, pero amado por miles y miles de seguidores entre los que me encuentro.
Estilo de escritura
y técnicas narrativas
Brandon Sanderson, George R.R. Martin y Patrick Rothfuss emplean estilos de escritura y técnicas narrativas diferentes entre sí. Estas técnicas diversas dan forma a sus mundos fantásticos e influyen en la experiencia de sus lectores.
Sanderson es famoso por su meticulosa construcción del mundo y sus intrincados sistemas mágicos, que son fundamentales en su narrativa. “Magia dura” le llaman. Su prosa suele ser clara y centrada en la acción, lo que permite a los lectores sumergirse fácilmente en los complejos mecanismos de sus reinos fantásticos. La dedicación de Sanderson a la construcción de mundos coherentes y consistentes, unida a unas leyes mágicas bien definidas, proporciona una experiencia de lectura estructurada y atractiva.
Esta meticulosa atención al detalle es particularmente evidente en series como la trilogía “Nacidos de la bruma” (Mistborn) y “El archivo de las tormentas” (The Stormlight Archive), donde la interacción entre los personajes y sus entornos crean historias sorprendentes y concatenadas entre sí.
A este universo de mundos interconectados, se le llama “El Cosmere” y tiene “astrónomos virtuales” que siguen la pista de estos mundos y los representan en modelos del universo que se pueden consultar y seguir en internet.
En cambio, el estilo de George R.R. Martin se caracteriza por una narración polifacética y un amplio elenco de personajes. La técnica narrativa de Martin se caracteriza por frecuentes cambios de perspectiva que permiten al lector vivir la historia desde los distintos puntos de vista de cada personaje. Este método no sólo enriquece la trama con diversas perspectivas, sino que también aumenta la complejidad de sus personajes, que a menudo muestran rasgos moralmente ambiguos.
La habilidad de Martin para urdir intrincadas intrigas políticas y dar giros imprevisibles a la trama mantiene a los lectores en vilo, como se aprecia en su aclamada serie “Canción de hielo y fuego”. Haciendo uso casi excesivo de sexo explícito y violencia extrema (sobre todo en la serie televisiva) ha convertido sus historias en las preferidas por el público adulto.
Patrick Rothfuss, por su parte, es famoso por su estilo lírico y poético. Su narrativa es profundamente introspectiva y ofrece una mirada íntima a los pensamientos y emociones de sus personajes.
La prosa de Rothfuss se adentra a menudo en la profundidad emocional de sus personajes, creando unos ambientes de rica y evocadora profundidad. Esto resulta especialmente evidente en “Crónica del asesino de reyes”, donde el viaje del protagonista se describe con un profundo sentido de la introspección y una elegancia poética.
Resulta característico de sus historias el dedicarse a lo cotidiano a lo simple y banal, tejerlo de tal manera que el lector no puede dejar de leer emocionado, aunque en realidad no esté pasando nada importante o crucial, como una batalla o una gran intriga.
La habilidad de Rothfuss para tejer la emoción en su narración establece un tono claramente diferente, ofreciendo a los lectores una experiencia conmovedora y reflexiva.
Los estilos de escritura y de Sanderson, Martin y Rothfuss contribuyen de forma única al género fantástico. La estructurada construcción del mundo de Sanderson, las intrincadas e impredecibles tramas de Martin y la prosa lírica de Rothfuss son experiencias distintas que cautivan y atrapan a los lectores de maneras diferentes.
Construcción del mundo
y desarrollo de personajes
Brandon Sanderson, George R.R. Martin y Patrick Rothfuss aportan cada uno un toque distintivo a la construcción del mundo y el desarrollo de los personajes, habilidades fundamentales en el género fantástico.
Sanderson es famoso por sus sistemas mágicos meticulosamente estructurados y sus universos expansivos. En la serie “Nacidos de la bruma”, introduce el concepto de Alomancia, un sistema mágico basado en el consumo de metales, que rige las habilidades de los personajes en un mundo lógicamente coherente. Del mismo modo, en “El Archivo de la Luz de las Tormentas”, Sanderson crea un mundo profundamente estratificado con su propia geografía, culturas e historia únicas, todo ello intrincadamente entrelazado con un sistema mágico basado en lo que llama “Luz tormentosa” que complementa la complejidad de la narración. La magia existe, pero bajo reglas “científicas” de intercambio de energía, es decir no solo es magia porque sí.
La serie “Canción de hielo y fuego”, de George R.R. Martin, destaca por su mundo de Poniente, rico en detalles e intrincado desde el punto de vista político. El enfoque que Martin da a la construcción del mundo se caracteriza por una sensación de profundidad histórica y realismo, mezclando elementos de la historia medieval con elementos fantásticos.
La magia también existe, pero basada en fuerzas más oscuras y misteriosas, vinculada a figuras fantásticas como los dragones que potencian la existencia de la magia. Las detalladas genealogías, los acontecimientos históricos y las maquinaciones políticas crean un mundo vivo y palpitante que resulta auténtico y envolvente. Los personajes de Martin son igualmente convincentes, complejos, profundos, traumatizados, a menudo moralmente ambiguos y movidos por complicadas motivaciones, lo que añade riqueza e imprevisibilidad a la narración.
Patrick Rothfuss, en “Crónica del Asesino de Reyes”, por su parte, crea un mundo único y profundamente envolvente, basado en gran medida en el mito y el folclore. Sus ambientes se caracterizan por lo bucólico, que es narrado con una calidad lírica que tiene un fuerte énfasis en mitologías arcanas, producto de su imaginación. El mundo de Temerant está meticulosamente detallado, con sus propios mitos, leyendas e instituciones educativas como “La Universidad” que dan forma al viaje del protagonista. Los personajes de Rothfuss son multidimensionales, y Kvothe, el personaje central, encarna el arquetipo del héroe trágico cuyo crecimiento personal y búsqueda del conocimiento hacen avanzar la trama. La magia es similar a la de Sanderson, existe y se manifiesta siguiendo estrictas reglas que le dan validez.
Los personajes de Sanderson son menos elaborados y complejos que los de Martin y Rothfuss. Aunque los personajes de Rothfuss son relativamente complejos en sus características individuales, son muy planos en cuanto a su motivación, es decir los buenos son buenos y los malos, pues malos.
Los personales de Martin son en realidad los mejor logrados, puesto que tienen una ambigüedad moral tal que permite hacer giros de trama sorprendentes a lo largo de toda la historia. Por eso Martin, separa cada capítulo por su protagonista, es decir cada capítulo de la saga tiene el nombre del protagonista de la escena.
Gracias a estos tres autores, la fantasía goza de buena salud en el mundo literario actual. Sin embargo tanto Martin como Rothfuss han dejado de ser productivos, solo Sanderson está en plena forma creativa, pero su ejemplo ha dado lugar a nuevos autores de Ciencia ficción y fantasía como Andrzej Sapkowski, Leigh Bargugo, Neil Gaiman, Cassandra Clare, etc..