Cuando pensamos en superhéroes, nos vienen a la cabeza Iron Man, Batman, Wonder Woman o Hulk. Pero la verdad es que mucho antes de ellos ya existían figuras igual de poderosas, problemáticas y con egos con el tamaño del Olimpo. Esto eran los dioses y héroes de la antigüedad.
Sí, de la más remota antigüedad, como por ejemplo en Sumeria. Cuna de la civilización humana nos encontramos a Gilgamesh. Un rey fuerte, valiente, pero abusador, que vencía monstruos y luego se deprimía porque descubrió que la muerte es inevitable. Básicamente, él fue el primer superhéroe emo de la historia.
En Egipto brillan Isis y Osiris: él, un rey civilizador descuartizado por su hermano Seth; ella, la maga suprema que recogió sus pedacitos y lo revivió lo justo para concebir a Horus, el vengador alado. El creador del famoso ojo de horus. Una mezcla de telenovela y épica sagrada que terminó con amuletos que aún usamos en tatuajes y joyería.
Y en Grecia… bueno, allí los dioses eran como influencers: caprichosos, seductores y siempre listos para empezar un drama. Zeus lanzaba rayos y romances ilegítimos por igual.

Heracles, mejor conocido como Hércules, resolvía todo con violencia pasivo-agresiva. Perseo se volvió viral al decapitar a la Medusa y Teseo demostró que matar Minotauros era más fácil que mantener una relación estable.
¿Por qué nos siguen fascinando?
Porque, bajo las capas de magia y mitología, estos “superhéroes” hablaban de lo mismo que nosotros: miedo a la muerte, familia complicada, poder, amor, fracaso y la eterna pregunta:
— ¿Y ahora que?
Y si quieres conocer estas historias contadas de manera amena, sarcástica y divertida, no necesitas descifrar jeroglíficos ni tablillas de arcilla: ya alguien hizo ese trabajo por ti.
“Dioses y Héroes Ancestrales – Libro Primero” reúne la primera parte de estas historias con humor y datos reales.
— ¡Por Atenea, que es cierto!
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