Creo que todos los que hemos leído un poco tenemos una idea de quien es Tales de Mileto, y se nos viene a la memoria los filósofos de la antigua Grecia. Esto es correcto y en estas líneas pretendo contarles algunas cosas interesantes de este señor.
Tales de Mileto nació por los años 624 o 623 antes de nuestra era (a.n.e.). Fue contemporáneo de Solón de Atenas y junto a él, se le considera parte de los famosos siete sabios de la antigua Grecia.
Aunque se le conoce como filosofo, en realidad también fue político, astrónomo, matemático y físico.
En esos tiempos uno podía llegar a ser todólogo pues el desarrollo de conocimiento científico era incipiente y alguien con dedicación podía llegar a dominar todo el conocimiento de su época.
Como político convenció a los griegos de Jonia para que se unieran en un solo Estado Federal con capital en Teos. Esto nos lo relata el historiador Heródoto.
Como astrónomo, fue uno de los primeros hombres de predecir un eclipse solar.
Algunos astrónomos modernos han determinado que probablemente fue el del 28 de Marzo del año 585 (a.n.e.).
Como matemático estableció varios teoremas de geometría que ahora son el dolor de cabeza de nuestros estudiantes.
Como físico descubrió las propiedades del imán. Consideraba que el imán tenía alma porque era capaz de atraer al hierro.
Por todo esto Tales de Mileto adquirió la fama de sabio, y toda la gente lo admiraba, pero también lo consideraban distraído, pues lo veían absorto es sus especulaciones que solo él entendía.
Nos cuenta Platón que una vez estaba tan empilado observando el cielo mientras caminaba que se cayó dentro de un pozo, situación que provocó la risa de una sirvienta Tracia y de todos los que lo observaban.
Después de este incidente, que la sirvienta comentó con media humanidad, se le creó la fama de que siempre andaba en la luna, que era bueno para las especulaciones pero no servía para nada práctico. En esa época la mayoría de la gente creía que la ciencia no servía para nada.
Ante esto Tales preparó una venganza muy inteligente. El había observado los ciclos de la agricultura y por esos días las cosechas de aceitunas habían sido malas durante varios años.
Entonces Tales arrendó todos los molinos de aceitunas de la comarca, los dueños creían que estaba loco y se los arrendaron por unos cuantas monedas.
Pero el había previsto que ese año la cosecha sería muy abundante y así fue. Entonces Tales subarrendó todos los molinos a sus mismos propietarios por un precio mas alto, con lo cual obtuvo una buena ganancia.
Con esto, no solo demostró sus habilidades como hombre de negocios, si no que también demostró que la ciencia sirve de mucho y que lo que sucedía es que no tenía interés en usarla para enriquecerse.
Esta última anécdota nos la cuenta Aristóteles.
Tales creía que el principio fundamental de todo era el agua. Observaba que el agua está presente en todos los seres vivos, y que la perdida de agua produce la muerte.
Observaba que el aire está cargado de humedad, que el alimento de todas las cosas es húmedo y que lo cálido se engendra y vive en la humedad, pues aquello de que todo se engendra es principio de todo. Según Aristóteles, Tales creía unida al agua una fuerza activa, vivificante y transformadora.
Ahora estas ideas de Tales de Mileto nos pueden parecer absurdas, pero en los días en que vivió eran avanzadas y buscaban una explicación racional del origen de las cosas y de la vida. Hubiera sido mas fácil apoyar las supersticiones y las explicaciones míticas que buscar las verdaderas causas de los fenómenos y el origen de las cosas.
Tales de Mileto murió por los años 546 o 545 (a.n.e.). No dejó escritos filosóficos, pero gracias a Aristóteles conocemos su doctrina fundamental.
Jjmar
San Salvador, 01 de Junio de 2005.
(Este post fue publicado en el viejo Blog, por Juan José Martel (Q.D.E.P.) estamos recuperando un poco de la memoria histórica del Blog con algunos de los artículos mas apreciados por los lectores)
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