El Dr. Schultze Jena y el Nahuat Pipil de Izalco

Dr.Jena

Leonhard Sigmund Schultze Jena
Nacido el 28 de mayo de 1872 en Alemania, localidad de Jena y fallecido el 28 de marzo de 1955 en Marburgo, fue un hombre de ciencias, un americanista, es decir, un científico dedicado a investigar la américa prehispánica en México, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, fue geografo, zoólogo, explorador y antropólogo, nacido en el seno de una familia de notables académicos y con cierto abolengo.

Su vida fue una serie de logros científicos y culturales, inició sus estudios de medicina en Lausana, Kiel y Jena recibiendo su primer título de médico (“Physikum”) y luego cambió a ciencias biológicas y química. En 1896 concluyó con éxito su educación universitaria con un doctorado en ciencias en zoología de la universidad de Jena.

Su carrera científica es excepcional, pues trabajó consecutivamente en cuatro campos científicos distintos, la zoología, donde obtuvo su primer empleo como asistente de Ernst Haeckel [1834-1919], incluidos estudios oceanográficos en el sur de Italia y Sicilia, hizo estudios de campo en pesca marina y antropología física en Sudáfrica, fue profesor de geografía desde 1908, primero en Jena, luego en Kiel, donde también fue director de la colección etnográfica, y desde 1913 hasta su jubilación en 1937 en la Universidad de Marburg. Trabajó en filología no europea estudiando lenguas melanesias y mesoamericanas, en esta última de las cuales realizó sus principales contribuciones. Las regiones de su trabajo de campo antropológico también fueron excepcionalmente diversas: Sudáfrica (1903/05), Nueva Guinea (1910/11), Europa (1915/19, 1922, 1951) y Mesoamérica (1929/31).

Fue particularmente conocido por sus expediciones en el África sudoccidental alemana y Nueva Guinea, así como por sus estudios y trabajos sobre lenguas mesoamericanas, en especial por participar en la segunda traducción del Popol Vuh, el libro del Quiché de los mayas guatemaltecos, publicado bajo el título “Popol Vuh : das heilige Buch der Quiché-Indianer von Guatemala”,(Popol Vuh: el libro sagrado de los indios quiché de Guatemala) en colaboracion con Gerdt Kutscher.

Este trabajo lo realizó bajo el auspicio del Comité de Investigaciones de Lenguas Nativas de los Estados Unidos que apoyó a la Sociedad de Ayuda para Investigaciones Científicas Alemanas y al terminarlo, resultó que aun tenía un sobrante del presupuesto para seguir con otra investigacion en la zona.

Entonces el Dr.Schultze-Jena tuvo dos posibilidades a escoger, enmarcadas en la lengua nahuat pipil, una en la región de Izalco y otra en Nicaragua.

En ese momento escribió “Mi elección fue la lengua Pipil de Izalco (Departamento de Sonsonate) de la República de El Salvador.
Pipil significa o quiere decir “Muchacho” (niño).

Indudablemente, el habla de esta gente debió parecerle torpe a los Aztecas, cuando se hace una comparación con respecto a la elegancia de su propia lengua.

El Pipil como lengua se encuentra en proceso de extinción, y hoy, solamente, forma pequeñas manchas dispersas en la amalgama multicolor de Centro América. Los vestigios de Esta lengua en El Salvador y Nicaragua se extinguen en su desplazamiento de pueblos hacia el Sur, cuyos orígenes y ciclo vital se desvanecen en la obscuridad mítica.”

Para llvarlo a cabo solo disponía de los meses e agosto, septiembre y octubre de 1930, en esos tres meses realizó una exhaustiva investigación de la lengua, hablando con líderes indígenas y hablantes locales del Nahuat pipil como el alcalde Ynes Masin, mestizo de ascendencia italiana y su esposa, que actuaron como narradores e informantes de los mitos recopilados por el Dr. Jena en el libro que tituló “Mitos y leyendas de los pipiles de Izalco“, (Indiana II – Mythen in der Muttersprache der Pipil von Izalco in El Salvador, 1935), formando parte de la trilogía “Indiana” que presenta estudios de las siguientes lenguas mesoamericanas: mixteco, tlapaneco, nahua, pipil y quiché, incluyendo también importantes observaciones etnográficas. Todos en Alemán con transcripciones fonéticas de las lenguas originales.

Del segundo libro, dedicado a los pipiles de Izalco, casi cuarenta años despues de la publicación original en la lengua alemana, se llevó a cabo un fuerte e importante trabajo de traducción al español, por parte de dos mujeres, Gloria Menjivar Rieken y Armida Parada Fortín, logrando publicar dos volúmenes, el primero titulado “MItos y leyendas de los pipiles de Izalco”,1977 y el segundo “Gramática Pipil y diccionario analítico” 1982, ambos de “Ediciones Cuscatlán”.

Algunos de los cuentos o historias que le narraron al Dr. Jena, han llegado a nuestros días con las respectivas alteraciones y adaptaciones locales de quienes los transmitieron en ese momento, es obvio que los relatos que escuchó el Dr. Jena fueron tambián las versiones de sus relatores, pero constituyen un preciado tesoro cultural y antropológico, sobre todo porque dos años después de la investigación, la mayor parte de estos indios fueron masacrados durante el etnocidio ocurrido en 1932 que se llevó a cabo durante el régimen del General Maximiliano Hernández Martinez.

De esta manera se evitó la irreparable pérdida que hubiese significado el desaparecimiento de tanta historia ancestral.

Lamentablemente estos libros son rarísimos de encontrar en El Salvador, salvo alguno que otro académico que lo tiene en su poder como un tesoro muy particular, pero que no llega al pueblo, pues estos libros deberían ser patrimonio cultural de la nación y estar disponibles, sobre todo para los descendientes de los pocos sobrevivientes que aun hablan algo de pipil.

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